Capellán de Casa Central: “El desafío es salir de la frontera de la parroquia”

Para el sacerdote la clave está en que la Iglesia se adapte a los tiempos y responda a las necesidades actuales, siendo consecuente con sus principios y practicando con el ejemplo.A un mes de su llegada, el padre Iván Paz, Capellán de Casa Central, asegura que el gran desafío de los sacerdotes y agentes evangelizadores hoy en día es salir de la frontera de la parroquia e involucrarse en otros tipos de instituciones como en su caso es Duoc UC. Además, se tomó el tiempo de compartir su visión del sacerdocio y de la actual situación de la Iglesia Católica.Al evaluar su llegada a Duoc UC, el sacerdote comenta que: “aparte de todas las inducciones que he tenido –dice entre risas-, la bienvenida ha sido muy afectuosa, como también las personas que he podido ir conociendo y saludando.  Me impresiona la cantidad de gente que es parte de la comunidad universitaria y ya imagino todas las historias y realidades que los acompañarán”. Para Paz es fundamental que la Iglesia se adapte a los tiempos que vive y responda a las necesidades actuales. “Los laicos de hoy son muy críticos, se preguntan y cuestionan más las cosas, y eso nos desafía a dar respuestas. La iglesia y el mundo esperan más radicalidad de los cristianos”, señala.Pero también es fundamental que sea una Iglesia consecuente con sus principios, que practique con el ejemplo. “La gente sueña con cosas grandes y espera nuevos desafíos, pero sobre todo busca coherencia, que es también lo que nos pide el Papa, ser una iglesia pobre para los pobres. Él nos da también su testimonio, desde signos concretos y sencillos. A eso estamos llamados: a dar testimonio en palabra, pero también en hechos”.Al momento de definir su identidad religiosa, el padre Paz recurre a una frase del Concilio Vaticano II “un sacerdote es un hombre, elegido entre los hombres, para servir a Dios y a los hombres”.El actual Capellán de Casa Central proveniente de una pequeña familia de Puente Alto, es amante de la vida sencilla y se tituló de veterinaria en la Universidad de Chile antes de ingresar al Seminario Pontificio.Al preguntarle cómo llegó a ser sacerdote, recuerda que cuando cursaba tercer año de veterinaria se dio cuenta de que su vocación real estaba más orientada a los seres humanos. “Soy un una persona profundamente enamorada de Dios, lo he aprendido a conocer y amar, y ese amor se traduce en un servicio a las personas que Él me encomienda.  Entiendo mi ministerio en función de las personas que van apareciendo en mi vida: rostros, nombres, historias… No es un servicio para mí mismo, sino para los demás, a través de la escucha, la compañía, la confesión y en todas las realidades más cotidianas de la vida”.Luego de celebrar la santa misa cada miércoles a las 8.30 hrs, el padre Iván dedica tiempo a confesar, entregar atención espiritual y realizar encuentros con diferentes áreas de la Institución.