Obra “Al Final” de Monseñor Chomali se presentó en la Sede Concepción

El segundo trabajo teatral de la autoridad eclesiástica trata temas como la muerte, la familia y la enfermedad.  Después de su obra “Un hombre por catálogo”, estrenada el año pasado, el Arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, retomó su gusto por las tablas. Es así que recientemente compartió su segundo trabajo teatral “Al Final”, dirigido por la dramaturga Leyla Selman (Premio Nacional de Dramaturgia) y que luego de su estreno se presentó en el Auditorio de Duoc UC sede San Andrés de Concepción, a mediados de octubre.Las butacas se llenaron de colaboradores, docentes y alumnos de la sede, además de algunos invitados externos, quienes “estaban agradecidos de tener este tipo de espectáculos en un cómodo horario, que les permitió asistir sin problemas”, afirmó la Coordinadora General de Pastoral de la sede, Camila García, agregando que fue un momento de reunión y reflexión con una obra que muestra la contingencia y el mundo en el que estamos inmersos.“El contenido nos llegó a todos, ya que nadie está realmente preparado para enfrentar situaciones límites, como las enfermedades terminales. Nos sirvió para valorar lo que tenemos, por lo que fue un remesón intenso en lo valórico”, acotó Camila García.La obraEl formato de “Al Final” consiste en una lectura dramatizada, con la participación de siete actores y actrices, quienes además aportan el acompañamiento musical.La puesta en escena dura alrededor de una hora, la que habla de una familia que enfrenta la enfermedad del padre –un hombre de negocios- quien se cuestiona toda su vida, la relación con su mujer e hijos, con la empresa y con Dios. “Es un diálogo que pretende hacer reflexionar sobre la muerte, la enfermedad y lo que es realmente importante”, manifestó Monseñor Chomalí.Sobre su faceta artística, el religioso señaló que, como evangelizador, siempre busca nuevos métodos y expresiones para “demostrar que estamos en una sociedad tremendamente deshumanizada y competitiva. Nos hemos olvidado de lo más importante, que es amar a Dios y al prójimo como uno mismo”.